2 Reyes 5:7

Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.

1 Samuel 2:6

Jehová mata, y Él da vida: Él hace descender al sepulcro, y hace subir.

Génesis 30:2

Y Jacob se enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

1 Reyes 20:7

Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos de la tierra, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo éste no busca sino mal; pues ha enviado a mí por mis esposas y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado.

Deuteronomio 32:39

Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.

Lucas 11:54

acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.

Números 14:6

Y Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestiduras;

Deuteronomio 32:29

¡Oh, que fueran sabios, que comprendieran esto, que entendieran su postrimería!

2 Reyes 11:14

Y cuando miró, he aquí que el rey estaba junto a la columna, conforme era la costumbre, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, gritó: ¡Traición, traición!

2 Reyes 18:37-1

Entonces Eliaquim hijo de Hilcías, que era mayordomo, y Sebna el escriba, y Joah hijo de Asaf, el cronista, vinieron a Ezequías, rasgadas sus vestiduras, y le declararon las palabras del Rabsaces.

Jeremías 36:24

Y no tuvieron temor, ni rasgaron sus vestiduras, ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras.

Daniel 2:11

Finalmente, el asunto que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne.

Oseas 6:1

Venid y volvámonos a Jehová; porque Él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Mateo 26:65

Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.

Hechos 14:14

Y cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgando sus ropas, corrieron hacia la multitud, dando voces,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)