Las vigas de nuestras casas son de cedro, y de hayas los artesonados.

Labró pues la Casa, y la acabó; y cubrió la Casa de labrados y de maderas de cedro puestas por orden.

Envíame también madera de cedro, de haya, y de pino del Líbano; porque yo sé que tus siervos son maestros de cortar madera en el Líbano; y he aquí, mis siervos irán con los tuyos,

El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano.

Tu cabeza sobre ti, es como la grana; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores.

Si ella es muro, edificaremos sobre él un palacio de plata; y si fuere puerta, la guarneceremos con tablas de cedro.

Los umbrales, y las ventanas estrechas, y las cámaras, tres en derredor a la parte delantera, todo cubierto de madera alrededor desde la tierra hasta las ventanas; y las ventanas también cubiertas.

Frente a los veinte codos que había en el atrio de adentro, y enfrente del solado que había en el atrio exterior, estaban las cámaras, unas enfrente de las otras en tres pisos.

y si no fuere tan presto, para que sepas cómo conviene conversar en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y base de la verdad.

porque esperaba la ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios.

al cual allegándoos (que es la Piedra viva, reprobada ciertamente de los hombres, pero elegida de Dios, preciosa),

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