Cantares 1:6

No miréis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de viñas; y mi viña, que era mía, no guardé.

Salmos 69:8

He sido extrañado de mis hermanos, y extraño a los hijos de mi madre.

Cantares 8:11-12

Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas, cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.

Rut 1:19-21

Anduvieron pues ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que entrando en Belén, toda la ciudad se conmovió por razón de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

Job 30:30

Mi piel está denegrida sobre mí, y mis huesos se secaron con ardentía.

Jeremías 8:21

Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

Jeremías 12:6

Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.

Lamentaciones 4:8

Chet: Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seco como un palo.

Miqueas 7:6

Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre son los de su casa.

Mateo 10:22

Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Mateo 10:25

Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?

Mateo 10:35-36

Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.

Marcos 4:6

mas salido el sol, se quemó; y por cuanto no tenía raíz, se secó.

Lucas 12:51-53

¿Pensáis que he venido a la tierra a dar paz? No, os digo; sino disensión.

Hechos 14:22

confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permanecieran en la fe, y enseñándoles que es necesario que por muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios.

Gálatas 4:29

Pero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.

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