Cantares 3:2

Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.

Salmos 22:1-2

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

Salmos 42:7-9

Un abismo llama a otro a la voz de tus canales; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

Salmos 43:2-5

Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

Salmos 77:7-10

¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a amar?

Proverbios 1:20-21

La sabiduría clama de fuera; en las plazas da su voz;

Proverbios 8:2-3

En los altos cabezos, junto al camino, a las encrucijadas de las veredas se para;

Proverbios 8:34

Bienaventurado el hombre que me oye, trasnochando a mis puertas cada día, guardando los umbrales de mis entradas.

Cantares 5:5

Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que corría sobre las aldabas del candado.

Isaías 64:7

Y nadie hay que invoque tu nombre, ni que se despierte para tenerte, por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras iniquidades.

Jeremías 5:1

Discurrid por las plazas de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo perdonaré a la ciudad.

Mateo 26:40-41

Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?

Lucas 14:21-23

Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.

Juan 1:6

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.

Romanos 13:11

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca nuestra salud que cuando creímos.

1 Corintios 15:34

Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra hablo.

Efesios 5:14

Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará el Cristo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright