Salmos 22:1

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

Mateo 27:46

Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Marcos 15:34

Y a la hora novena, exclamó Jesús a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? Que declarado, quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Job 3:24

Porque antes que mi pan, viene mi suspiro; y mis bramidos corren como aguas.

Salmos 38:8

Estoy debilitado y molido en gran manera; bramo a causa del alboroto de mi corazón.

Salmos 22:16

Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.

Isaías 59:11

Aullamos, como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos juicio, y no lo hay; salud, y se alejó de nosotros.

Hebreos 5:7

El cual en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.

1 Samuel 12:22

Pues el SEÑOR no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque el SEÑOR ha querido haceros pueblo suyo.

Salmos 10:1

¿Por qué estás lejos, oh SEÑOR, y te escondes en los tiempos de la angustia?

Salmos 16:1

Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

Salmos 22:11

No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.

Salmos 26:9

No juntes con los pecadores mi alma, ni con los varones de sangre mi vida,

Salmos 31:14-16

Mas yo en ti confié, oh SEÑOR; yo dije: Dios mío eres tú.

Salmos 32:3-4

Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

Salmos 37:28

Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.

Salmos 42:1-2

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Salmos 43:1-5

Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.

Salmos 71:11

Diciendo: Dios lo ha dejado; perseguid y tomadle, porque no hay quien le libre.

Isaías 46:13

Haré a mi justicia que se acerque, y no se alejará; y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion; y mi gloria en Israel.

Lucas 22:44

Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Lucas 24:44

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumplieran todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.

Hebreos 13:5

Sean las costumbres vuestras sin avaricia, contentos de lo presente (porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.)

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