Cantares 8:2

Te llevaría {y} te introduciría en la casa de mi madre, que me enseñaba; te daría a beber vino sazonado del zumo de mis granadas.

Cantares 3:4

Apenas los había pasado cuando hallé al que ama mi alma; lo agarré y no quise soltarlo, hasta que lo introduje en la casa de mi madre y en la alcoba de la que me concibió.

Proverbios 9:2

ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, ha puesto también su mesa;

Cantares 4:10-1

¿Cuán hermosos son tus amores, hermana mía, esposa {mía!} ¿Cuánto mejores tus amores que el vino, y la fragancia de tus ungüentos que todos los bálsamos!

Cantares 7:9

y tu paladar como el mejor vino! Entra suavemente {el vino} en mi amado, {como} fluye por los labios de los que se duermen.

Cantares 7:12

Levantémonos temprano {y vayamos} a las viñas; veamos si la vid ha brotado, {si} se han abierto {sus} flores, {y si} han florecido los granados. Allí te entregaré mi amor.

Lucas 16:29-31

Pero Abraham dijo*: ``Ellos tienen a Moisés y a los profetas; que los oigan."

Juan 5:39

Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Juan 5:46-47

Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.

Hechos 17:11-12

Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, {para ver} si estas cosas eran así.

Gálatas 4:26

Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre.

2 Timoteo 3:15

y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.

1 Pedro 1:10-12

Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que {vendría} a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron,

2 Pedro 1:19

Y {así} tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones.

Apocalipsis 19:10

Entonces caí a sus pies para adorarle. Y me dijo*: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido