Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas, cuando estés sentado en tu casa, y cuando andes por el camino; cuando te acuestes, y cuando te levantes.

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes:

Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré.

Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mandó a nuestros padres que la enseñasen a sus hijos;

Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti,

Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura.

El que vive, el que vive, éste te alabará, como yo hoy: El padre dará a conocer tu verdad a sus hijos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

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