Deuteronomio 28:53

Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el asedio y en al aprieto con que te angustiará tu enemigo.

Lamentaciones 2:20

Mira, oh Jehová, y considera a quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres su fruto, los pequeñitos de sus crías? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?

Levítico 26:29

Y comeréis las carnes de vuestros hijos, y comeréis las carnes de vuestras hijas:

2 Reyes 6:28-29

Y le dijo el rey: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío.

Jeremías 19:9

Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada uno comerá la carne de su amigo, en el cerco y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus almas.

Lamentaciones 4:10

Las manos de las mujeres piadosas cocieron a sus propios hijos; les sirvieron de comida en el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

Deuteronomio 28:57

y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que dé a luz; pues los comerá a escondidas, a falta de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.

Deuteronomio 28:55

para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos que él se comerá, porque nada le habrá quedado, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.

Ezequiel 5:10

Por eso los padres comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios, y a todo tu remanente esparciré a todos los vientos.

Deuteronomio 28:18

Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.

Mateo 24:19

Y ¡Ay de las que estén encintas, y de las que amamanten en aquellos días!

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Reina Valera Gómez (© 2010)