Deuteronomio 33:8

Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean con tu buen varón, al cual probaste en Masah; y le hiciste reñir en las aguas de Meriba.

Éxodo 17:7

Y llamó el nombre de aquel lugar Masá y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron al SEÑOR, diciendo: ¿Está, pues, el SEÑOR entre nosotros, o no?

Éxodo 28:30

Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entrare delante del SEÑOR; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante del SEÑOR.

Números 20:13

Estas son las aguas de Meriba (la rencilla), por las cuales riñeron los hijos de Israel con el SEÑOR, y él se santificó en ellos.

Levítico 8:8

Luego le puso encima el pectoral, y puso en el pectoral el Urim y el Tumim.

Salmos 106:16

Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y contra Aarón el santo del SEÑOR.

Éxodo 28:36

Harás además una flor abierta de oro fino, y grabarás en ella grabadura de sello, SANTIDAD AL SEÑOR.

Levítico 21:7

Mujer ramera o infame no tomarán; ni tomarán mujer repudiada de su marido; porque él es santo a su Dios.

Números 16:5

y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará el SEÑOR quién es suyo, y al santo lo hará llegar a sí; y al que él escogiere, él lo acercará a sí.

Números 27:21

Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y a él preguntará por el juicio del Urim delante del SEÑOR; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él, y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.

Deuteronomio 8:2-3

Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído el SEÑOR tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, por probarte para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

Deuteronomio 8:16

que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;

1 Samuel 28:6

Y consultó Saúl al SEÑOR; pero el SEÑOR no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

2 Crónicas 23:6

Y ninguno entre en la Casa del SEÑOR, sino los sacerdotes y los levitas que sirven; éstos entrarán, porque son santos; y todo el pueblo hará la guardia del SEÑOR.

Esdras 2:63

Y el Tirsata les dijo que no comieran de las cosas santísimas, hasta que hubiera sacerdote con Urim y Tumim.

Esdras 8:28

Y les dije: Vosotros sois santidad al SEÑOR, y los vasos son santidad; y la plata y el oro ofrenda voluntaria al SEÑOR, Dios de nuestros padres.

Nehemías 7:65

Y les dijo el Tirsata que no comieren de las cosas santísimas, hasta que hubiera sacerdote con Urim y Tumim.

Salmos 16:10

Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.

Salmos 81:7

En la calamidad clamaste, y yo te libré; te respondí en el secreto del trueno; te probé sobre las aguas de Meriba. (Selah.)

Hebreos 7:26

Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.

Apocalipsis 3:7

Y escribe al ángel de la Iglesia que está en Filadelfia: El Santo y Verdadero, que tiene la llave de David; que abre y ninguno cierra; que cierra y ninguno abre, dice estas cosas:

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