Eclesiastés 9:1

Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto; que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no saben los hombres ni el amor ni el odio; todo está delante de ellos.

Deuteronomio 33:3

Sí, Él amó al pueblo; todos sus santos están en tu mano; y ellos se sientan a tus pies; cada uno recibirá de tus palabras.

Eclesiastés 8:14

Hay vanidad que se hace sobre la tierra; que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos; y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.

1 Samuel 2:9

Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia fuerza.

2 Samuel 15:25-26

Y el rey dijo a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad; que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, Él me volverá, y me dejará verla y a su tabernáculo:

Job 5:8

Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomendaría a Él mi causa:

Job 12:10

En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo ser humano.

Salmos 10:14

Tú lo has visto; porque tú miras la maldad y la vejación, para cobrar venganza con tu mano: En ti se refugia el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

Salmos 31:5

En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.

Salmos 37:5-6

Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará.

Salmos 73:3

Porque tuve envidia de los insensatos, viendo la prosperidad de los impíos.

Salmos 73:11-13

Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

Proverbios 16:3

Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.

Eclesiastés 1:17

Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.

Eclesiastés 7:15

Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.

Eclesiastés 7:25

Apliqué mi corazón al saber y a examinar; a inquirir la sabiduría y la razón; para conocer la maldad de la insensatez, y la necedad de la locura.

Eclesiastés 8:16

Yo pues di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos);

Eclesiastés 10:14

El necio multiplica las palabras; el hombre no sabe lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?

Eclesiastés 12:9-10

Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.

Isaías 26:12

Jehová, tú establecerás paz para nosotros; porque también has hecho en nosotros todas nuestras obras.

Isaías 49:1-4

Oídme, islas, y escuchad, pueblos lejanos: Jehová me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre.

Jeremías 1:18-19

Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, y como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.

Malaquías 3:15-18

Decimos, pues, ahora, que son bienaventurados los soberbios, y también que los obreros de iniquidad son los prosperados; y aunque tentaron a Dios, escaparon.

Juan 10:27-30

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;

1 Corintios 3:5-15

¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Sino ministros por los cuales habéis creído, y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor.

2 Timoteo 1:12

Por cuya causa asimismo padezco estas cosas; mas no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

1 Pedro 1:5

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está lista para ser manifestada en el tiempo postrero.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)