Ester 1:12

Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey, enviada por medio de los eunucos; y el rey se enojó mucho, y se encendió en él su ira.

Proverbios 19:12

Como el rugido de cachorro de león es la ira del rey; y su favor como el rocío sobre la hierba.

Génesis 3:16

A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti.

Éxodo 32:19

Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, Moisés se enardeció de ira, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.

Éxodo 32:22

Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces el pueblo, que es inclinado al mal.

Deuteronomio 29:20

Jehová no querrá perdonarle; sino que entonces humeará el furor de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo:

Salmos 74:1

«Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado?

Salmos 79:5

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?

Proverbios 20:2

Como rugido de cachorro de león es el terror del rey; quien lo enfurece, contra su propia alma peca.

Daniel 2:12

Por esta causa el rey se enojó, y enfurecido, mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia.

Daniel 3:13

Entonces Nabucodonosor con ira y con enojo mandó que trajesen a Sadrac, Mesac, y Abed-nego. Y al punto fueron traídos estos varones delante del rey.

Daniel 3:19

Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac, y Abed-nego; por lo cual habló, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo que solían calentarlo.

Nahúm 1:6

¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por Él las rocas son quebradas.

Efesios 5:22

Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.

Efesios 5:24

Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus propios maridos en todo.

1 Pedro 3:1

Asimismo vosotras, esposas, sujetaos a vuestros propios maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

Apocalipsis 6:16-17

y decían a las montañas y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de Aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)