Ester 4:1

Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestiduras, y se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor.

2 Samuel 1:11

Entonces David trabando de sus vestiduras, las rasgó; y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él.

2 Samuel 13:19

Entonces Tamar tomó ceniza, y la esparció sobre su cabeza, y rasgó su vestido de colores que llevaba puesto, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando.

Ezequiel 27:30-31

Y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza.

Génesis 27:34

Cuando Esaú oyó las palabras de su padre clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.

Josué 7:6

Entonces Josué rompió sus vestiduras, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.

Ester 3:8-13

Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.

Ester 4:3

Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran duelo, y ayuno, y lloro, y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.

Job 1:20

Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y cayendo en tierra adoró;

Job 2:8

Y tomó Job un tiesto para rascarse con él, y se sentó en medio de ceniza.

Job 42:6

Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y en ceniza.

Isaías 15:4

Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que aullarán los armados de Moab, se lamentará el alma de cada uno de por sí.

Isaías 22:4

Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.

Isaías 58:5

¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que encorve su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día agradable a Jehová?

Ezequiel 21:6

Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos, y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.

Daniel 9:3

Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en ayuno, y cilicio y ceniza.

Jonás 3:4-9

Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y pregonaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida.

Miqueas 1:8

Por tanto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré gemido como de dragones, y lamento como de búhos.

Sofonías 1:14

Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy presuroso; clamor del día de Jehová; amargamente gritará allí el valiente.

Mateo 11:21

¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros hechos en vosotras, se hubiesen hecho en Tiro y en Sidón, hace mucho que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.

Hechos 14:14

Y cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgando sus ropas, corrieron hacia la multitud, dando voces,

Apocalipsis 18:17-19

Porque en una hora ha sido desolada tanta riqueza. Y todo timonel, y todos los que navegan en barcos, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)