Ezequiel 16:9

Y te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y ungíte con aceite;

Rut 3:3

Te lavarás pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, pasarás á la era; mas no te darás á conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.

Salmos 23:5

Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.

Salmos 51:7

Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.

Isaías 4:4

Cuando el Señor lavare las inmundicias de las hijas de Sión, y limpiare las sangres de Jerusalem de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de ardimiento.

Ezequiel 16:4

Y cuanto á tu nacimiento, el día que naciste no fué cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para atemperarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.

Ezequiel 36:25

Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.

Juan 13:8-10

Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.

1 Corintios 6:11

Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

1 Corintios 10:2

Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar;

2 Corintios 1:21

Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios;

Hebreos 9:10-14

Consistiendo sólo en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de la corrección.

1 Juan 2:20

Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

1 Juan 2:27

Pero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros, y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, perseveraréis en él.

1 Juan 5:8

Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno.

Apocalipsis 1:5-6

Y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Public Domain