Ezequiel 21:29

Te profetizan vanidad, y te adivinan mentira, para entregarte con los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en tiempo de la consumación de la maldad.

Ezequiel 21:25

Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad;

Ezequiel 22:28

Y sus profetas los recubrieron con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y adivinándoles mentira, diciendo: Así dice Jehová el Señor; y Jehová no había hablado.

Jeremías 27:9

Y vosotros no prestéis oído a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia.

Job 18:20

Los que vengan a él, ese día se espantarán, como fueron espantados los que vinieron antes.

Salmos 37:13

El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.

Isaías 44:25

Que frustro las señales de los engañadores, y enloquezco a los agoreros; que hago retroceder a los sabios, y desvanezco su sabiduría;

Isaías 47:13

Te has fatigado en la multitud de tus consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los astrólogos, los contempladores de las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.

Lamentaciones 2:14

Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.

Ezequiel 12:24

Porque no habrá más visión vana, ni habrá adivinación de lisonjeros en medio de la casa de Israel.

Ezequiel 13:6

Vieron vanidad y adivinación de mentira, diciendo: Dice Jehová; y Jehová no los envió; y hacen esperar que se confirme la palabra.

Ezequiel 13:10

Así que, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto;

Ezequiel 13:23

por tanto, ya no veréis vanidad, ni adivinaréis adivinación; y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y sabréis que yo soy Jehová.

Ezequiel 35:5

Por cuanto tuviste enemistad perpetua, y derramaste la sangre de los hijos de Israel con el poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)