Ezequiel 22:27

Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta.

Ezequiel 22:13

Y he aquí, que golpeé mi mano a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti.

Isaías 1:23

Tus príncipes son prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

Ezequiel 22:6

He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, estuvieron en ti para derramar sangre.

Sofonías 3:3

Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana.

Ezequiel 19:3-6

E hizo subir uno de sus cachorros; vino a ser leoncillo, y aprendió a capturar presa, y a devorar hombres.

Ezequiel 22:25

Hay conspiración de sus profetas en medio de ella, como león rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y honra, aumentaron sus viudas en medio de ella.

Ezequiel 45:9

Así dice Jehová el Señor: ¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña; haced juicio y justicia; quitad vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dice el Señor Jehová.

Oseas 7:1-7

Mientras curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de Samaria; porque obran con engaño; y el ladrón entra, y los salteadores despojan por fuera.

Miqueas 3:2-3

A vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les arrancáis su piel y su carne de sobre sus huesos;

Miqueas 3:9-11

Oíd ahora esto, cabezas de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho;

Miqueas 7:8

No te alegres de mí, oh enemiga mía, porque aunque caiga, me volveré a levantar; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.

Mateo 21:13

y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada, mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

Santiago 2:6-7

Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y os arrastran a los juzgados?

Santiago 5:1-4

¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por vuestras miserias que os vendrán.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)