Ezequiel 23:16

al verlos se enamoró de ellos, y les envió mensajeros a la tierra de los caldeos.

Ezequiel 16:29

Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos; y tampoco con ello quedaste satisfecha.

Mateo 5:28

Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Génesis 3:6

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido y él comió con ella.

Génesis 6:2

viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres, escogiendo entre todas.

Génesis 39:7

Y aconteció después de esto, que la esposa de su señor puso sus ojos en José, y dijo: Acuéstate conmigo.

2 Samuel 11:2

Y sucedió que levantándose David de su cama a la hora de la tarde, se paseaba por el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba lavando, la cual era muy hermosa.

2 Reyes 24:1

En su tiempo subió Nabucodonosor rey de Babilonia, y Joacim vino a ser su siervo por tres años; pero luego volvió y se rebeló contra él.

Job 31:1

Hice pacto con mis ojos: ¿Cómo, pues, había yo de pensar en virgen?

Salmos 119:37

Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.

Proverbios 6:25

No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos;

Proverbios 23:33

Tus ojos mirarán a la mujer extraña, y tu corazón hablará perversidades.

Ezequiel 16:17

Tomaste también tus hermosas joyas de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas.

Ezequiel 23:40-41

Y aun más, enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales había sido enviado mensajero; y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te ataviaste con adornos;

2 Pedro 2:14

Tienen los ojos llenos de adulterio, y no pueden dejar de pecar. Seducen a las almas inestables, tienen un corazón ejercitado en la codicia; son hijos de maldición.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)