Ezequiel 3:1

Y me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel.

Ezequiel 2:8-9

Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas tú rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

Jeremías 24:1-7

Y Jehová me mostró dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová, después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y a los príncipes de Judá, y a los artesanos y herreros de Jerusalén, y los había llevado a Babilonia.

Ezequiel 2:3

Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gente rebelde que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.

Ezequiel 3:10-11

Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.

Ezequiel 3:15

Y vine a los cautivos en Telabib, que moraban junto al río de Quebar, y me senté donde ellos estaban sentados, y allí permanecí siete días atónito entre ellos.

Ezequiel 3:17-21

Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú, la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.

1 Timoteo 4:15

Medita en estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

Apocalipsis 10:9-10

Y fui al ángel, y le dije: Dame el librito; y él me dijo: Toma, y cómetelo; y te amargará tu vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)