Ezequiel 7:7

La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día del alboroto, y no será eco de los montes.

Isaías 22:5

Porque día de alboroto, y de huella, y de fatiga por el Señor DIOS de los ejércitos es enviado en el valle de la visión, para derribar el muro, y dar grito al monte.

Ezequiel 7:12

El tiempo es venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda su multitud.

Ezequiel 12:23-25

Diles por tanto: Así dijo el Señor DIOS: Haré cesar este refrán, y no repetirán más este dicho en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos días, y el cumplimiento de toda visión.

Ezequiel 12:28

Diles por tanto: Así dijo el Señor DIOS: No se dilatarán más todas mis palabras; se cumplirá la palabra que yo hablaré, dijo el Señor DIOS.

Génesis 19:15

Y cuando el alba subía, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en la iniquidad de la ciudad.

Génesis 19:24

Y el SEÑOR llovió sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego del SEÑOR desde los cielos;

Isaías 13:22

Y en sus palacios gritarán gatos cervales; y dragones en sus casas de deleite; y abocado está a venir su tiempo, y sus días no se alargarán.

Isaías 17:14

Al tiempo de la tarde, veis aquí turbación; antes que la mañana venga ella no será. Esta es la parte de los que nos pisotean; y la suerte de los que nos saquean.

Jeremías 20:7

Me sedujiste, oh SEÑOR, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido; cada cual se burla de mí.

Amós 4:13

Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y denuncia al hombre su pensamiento; el que hace a las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; el SEÑOR, Dios de los ejércitos, es su Nombre.

Sofonías 1:14-16

Cercano está el día grande del SEÑOR, cercano y muy presuroso; voz amarga del día del SEÑOR; gritará allí el valiente.

1 Pedro 4:17

Porque es tiempo de que el juicio comience desde la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al Evangelio de Dios?

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