Génesis 32:11
Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; que por ventura no venga, y me hiera, la madre con los hijos.
Salmos 59:1-2
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
Proverbios 18:19
El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte; y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
Oseas 10:14
Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel el día de la batalla; la madre fue arrojada sobre los hijos.
Génesis 27:41
Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a Jacob mi hermano.
Deuteronomio 22:6
Cuando hallares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o huevos, y estuviere la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos.
1 Samuel 12:10
Y ellos clamaron al SEÑOR, y dijeron: Pecamos, porque hemos dejado al SEÑOR, y hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de la mano de nuestros enemigos, y te serviremos.
1 Samuel 24:15
El SEÑOR, pues, será juez, y él juzgará entre mí y ti. El vea, y pleitee mi pleito, y me defienda de tu mano.
Salmos 16:1
Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
Salmos 25:20
Sin Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.
Salmos 31:2
Inclina a mí tu oído, líbrame presto; seme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.
Salmos 43:1
Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.
Salmos 119:134
Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
Salmos 142:6
Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Daniel 3:17
He aquí, nuestro Dios a quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Mateo 6:13
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el Reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido