Hebreos 10:4

Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

Hebreos 10:11

Y ciertamente todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.

Salmos 50:8-12

No te reprenderé sobre tus sacrificios, ni por tus holocaustos, que delante de mí están siempre.

Salmos 51:16

Porque no quieres tú sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto.

Isaías 1:11-15

¿Para qué me sirven a mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Isaías 66:3

El que sacrifica buey, es como si matase un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que ofrece presente, como si ofreciese sangre de puerco; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque han escogido sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones,

Jeremías 6:20

¿Para qué viene a mí este incienso de Seba, y la caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios me agradan.

Jeremías 7:21-22

Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed carne.

Oseas 6:6

Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Oseas 14:2

Tomad con vosotros palabras, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos con gracia, y daremos becerros de nuestros labios.

Amós 5:21-22

Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.

Miqueas 6:6-8

¿Con qué me presentaré delante de Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Vendré ante Él con holocaustos, con becerros de un año?

Marcos 12:33

Y el amarle con todo el corazón, y con todo el entendimiento, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.

Juan 1:29

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Romanos 11:27

Y éste es mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.

Hebreos 9:9

Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual se presentaban ofrendas y sacrificios que no podían hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que servía con ellos;

Hebreos 9:12-13

y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una sola vez en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

Hebreos 10:8

Diciendo arriba: Sacrificio y ofrenda, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (cuyas cosas se ofrecen según la ley).

1 Juan 3:5

Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)