Hebreos 12:22
sino que os habéis acercado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a una compañía innumerable de ángeles,
Gálatas 4:26
Mas la Jerusalén de arriba es libre; la cual es la madre de todos nosotros.
Salmos 48:2
Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra es el monte de Sión, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey.
Apocalipsis 14:1
Y miré, y he aquí un Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes.
Filipenses 3:20
Mas nuestra ciudadanía está en el cielo, de donde también esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo;
Hebreos 3:12
Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
Judas 1:14
De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor viene con decenas de millares de sus santos,
Apocalipsis 21:2
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una novia ataviada para su marido.
Deuteronomio 5:26
Porque, ¿qué es toda carne, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y viva?
Deuteronomio 33:2
Y dijo: Jehová vino de Sinaí, y de Seir les esclareció; resplandeció del monte de Parán, y vino con diez mil santos; a su diestra la ley de fuego para ellos.
Josué 3:10
Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que Él echará de delante de vosotros al cananeo, y al heteo, y al heveo, y al ferezeo, y al gergeseo, y al amorreo, y al jebuseo.
2 Reyes 19:4
Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, al cual el rey de los asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda.
Salmos 2:6
Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.
Salmos 42:2
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Salmos 68:17
Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario.
Salmos 84:2
Anhela mi alma, y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Salmos 87:3
Cosas gloriosas se dicen de ti, oh ciudad de Dios. (Selah)
Salmos 132:13-14
Porque Jehová ha elegido a Sión; la deseó por habitación para sí.
Isaías 12:6
Regocíjate y canta, oh moradora de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Isaías 14:32
¿Y qué se responderá a los mensajeros de la nación? Que Jehová fundó a Sión, y que en ella se refugiarán los afligidos de su pueblo.
Isaías 28:16
Por tanto, el Señor Jehová dice así: He aquí que yo pongo en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, fundamento firme; el que creyere, no se apresurará.
Isaías 51:11
Ciertamente volverán los redimidos de Jehová, volverán a Sión cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.
Isaías 51:16
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para yo plantar los cielos y fundar la tierra, y decir a Sión: Pueblo mío eres tú.
Isaías 59:20
Y vendrá el Redentor a Sión, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.
Isaías 60:14
Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel.
Jeremías 10:10
Mas Jehová es el Dios verdadero; Él es el Dios viviente y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.
Daniel 6:26
De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque Él es el Dios viviente y permanece por la eternidad, y su reino no será destruido, y su señorío permanecerá hasta el fin.
Daniel 7:10
Un río de fuego procedía y salía de delante de Él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de Él: El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
Oseas 1:10
Con todo, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en el lugar donde se les ha dicho: Vosotros no sois mi pueblo, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.
Joel 2:32
Y será que cualquiera que invocare el nombre de Jehová, será salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, como Jehová ha dicho, y en los que quedaren, a los cuales Jehová habrá llamado.
Mateo 5:35
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Mateo 16:16
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Romanos 9:26
Y acontecerá que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois mi pueblo, allí serán llamados hijos del Dios viviente.
Romanos 11:26
y así todo Israel será salvo; como está escrito: De Sión vendrá el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad.
1 Tesalonicenses 1:9
porque ellos mismos cuentan de nosotros de qué manera nos recibisteis; y de cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
Hebreos 9:14
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Hebreos 10:31
Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.
Hebreos 11:10
Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artífice y hacedor es Dios.
Hebreos 13:14
Porque no tenemos aquí ciudad permanente, mas buscamos la por venir.
Apocalipsis 3:12
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Apocalipsis 5:11-12
Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y el número de ellos era millones de millones,
Apocalipsis 7:2
Y vi otro ángel que subía de donde nace el sol, teniendo el sello del Dios viviente. Y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y al mar,
Apocalipsis 21:10
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios,
Apocalipsis 22:19
Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido