Hechos 10:33

Así que, luego envié a ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.

Hechos 17:11-12

Y fueron éstos más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, para ver si estas cosas eran así.

Hechos 28:28

Os sea pues notorio que a los gentiles es enviada esta salud de Dios; y ellos oirán.

Gálatas 4:14

y no desechasteis ni menospreciasteis mi aflicción que estaba en mi carne; antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como al mismo Cristo Jesús.

Santiago 1:19

Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

Deuteronomio 5:25-29

Ahora pues, ¿por qué moriremos? Que este gran fuego nos consumirá; si volvemos a oír la voz del SEÑOR nuestro Dios, moriremos.

2 Crónicas 30:12

En Judá también fue la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mandato del rey y de los príncipes, conforme a la palabra del SEÑOR.

Proverbios 1:5

Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;

Proverbios 9:9-10

Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.

Proverbios 18:15

El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia.

Proverbios 25:12

Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.

Mateo 18:4

Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el mayor en el Reino de los cielos.

Marcos 10:15

De cierto os digo, que el que no recibiere el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.

1 Corintios 3:18

Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase loco, para ser de veras sabio.

1 Tesalonicenses 2:13

Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido de nosotros la palabra para oír de Dios, la recibisteis no como palabra de hombres, sino (como a la verdad lo es) como palabra de Dios, la cual obra en vosotros los que creisteis.

Santiago 1:21

Por lo cual, dejando toda inmundicia, y restos de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra ingerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas.

1 Pedro 2:1-2

Habiendo pues dejado toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las murmuraciones,

Mateo 19:30

Mas muchos primeros serán postreros, y postreros primeros.

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