Hechos 12:23
Y luego el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dió la gloria á Dios; y espiró comido de gusanos.
1 Samuel 25:38
Y pasados diez días Jehová hirió á Nabal, y murió.
2 Samuel 24:16-17
Y como el ángel extendió su mano sobre Jerusalem para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía el pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Entonces el ángel de Jehová estaba junto á la era de Arauna Jebuseo.
Salmos 115:1
NO á nosotros, oh Jehová, no á nosotros, Sino á tu nombre da gloria; Por tu misericordia, por tu verdad.
Éxodo 9:17
¿Todavía te ensalzas tú contra mi pueblo, para no dejarlos ir?
Éxodo 10:3
Entonces vinieron Moisés y Aarón á Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de los Hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir á mi pueblo para que me sirvan.
Éxodo 12:12
Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré á todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. YO JEHOVA.
Éxodo 12:23
Porque Jehová pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.
Éxodo 12:29
Y aconteció que á la medianoche Jehová hirió á todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
2 Reyes 19:35
Y aconteció que la misma noche salió el ángel de Jehová, é hirió en el campo de los Asirios ciento ochenta y cinco mil; y como se levantaron por la mañana, he aquí los cuerpos de los muertos.
1 Crónicas 21:14-18
Así Jehová dió pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.
2 Crónicas 21:18-19
Después de todo esto Jehová lo hirió en las entrañas de una enfermedad incurable.
2 Crónicas 32:21
Y Jehová envió un ángel, el cual hirió á todo valiente y esforzado, y á los jefes y capitanes en el campo del rey de Asiria. Volvióse por tanto con vergüenza de rostro á su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron á cuchillo los que hab
Job 7:5
Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.
Job 19:26
Y después de deshecha esta mi piel, Aun he de ver en mi carne á Dios;
Isaías 14:11
Descendió al sepulcro tu soberbia, y el sonido de tus vihuelas: gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.
Isaías 37:23
¿A quién injuriaste y á quién blasfemaste? ¿contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel.
Isaías 51:8
Porque como á vestidura los comerá polilla, como á lana los comerá gusano; mas mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salud por siglos de siglos.
Isaías 66:24
Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí: porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará; y serán abominables á toda carne.
Ezequiel 28:2
Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy un dios; en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios); y has puesto tu corazón como corazón
Ezequiel 28:9
¿Hablarás delante de tu matador, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador.
Daniel 4:30-37
Habló el rey, y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del reino, con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi grandeza?
Daniel 5:18-24
El altísimo Dios, oh rey, dió á Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria, y la honra:
Marcos 9:43-48
Y si tu mano te escandalizare, córtala: mejor te es entrar á la vida manco, que teniendo dos manos ir á la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado;
Lucas 12:47-48
Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme á su voluntad, será azotado mucho.
Hechos 10:25-26
Y como Pedro entró, salió Cornelio á recibirle; y derribándose á sus pies, adoró.
Hechos 14:14-15
Y como lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rotas sus ropas, se lanzaron al gentío, dando voces,
2 Tesalonicenses 2:4
Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.
Treasury of Scripture Knowledge did not add