Hechos 14:22

Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles á que permaneciesen en la fe, y que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

Juan 16:33

Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.

2 Timoteo 3:12

Y también todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.

Romanos 8:17

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

1 Tesalonicenses 3:2-4

Y enviamos á Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, á confirmaros y exhortaros en vuestra fe,

1 Pedro 5:10

Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado á su gloria eterna por Jesucristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, coforme, corrobore y establezca.

Lucas 22:28-29

Empero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones:

Juan 3:5

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Hechos 11:23

El cual, como llegó, y vió la gracia de Dios, regocijóse; y exhortó á todos á que permaneciesen en el propósito del corazón en el Señor.

Hechos 13:43

Y despedida la congregación, muchos de los Judíos y de los religiosos prosélitos siguieron á Pablo y á Bernabé; los cuales hablándoles, les persuadían que permaneciesen en la gracia de Dios.

Hechos 15:32

Judas también y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron á los hermanos con abundancia de palabra.

Hechos 15:41

Y anduvo la Siria y la Cilicia, confirmando á las iglesias.

Hechos 18:23

Y habiendo estado allí algún tiempo, partió, andando por orden la provincia de Galacia, y la Phrygia, confirmando á todos los discípulos.

Colosenses 1:23

Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.

1 Tesalonicenses 3:13

Para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre, para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

Isaías 35:3

Confortad á las manos cansadas, roborad las vacilantes rodillas.

Mateo 10:21-22

Y el hermano entregará al hermano á la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.

Mateo 10:38

Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Mateo 16:24

Entonces Jesús dijo á sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Mateo 19:24

Mas os digo, que más liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Marcos 9:47

Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo: mejor te es entrar al reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado á la Gehenna;

Marcos 10:24-25

Y los discípulos se espantaron de sus palabras; mas Jesús respondiendo, les volvió á decir: ­Hijos, cuán dificil es entrar en el reino de Dios, los que confían en las riquezas!

Marcos 10:30

Que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, é hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.

Lucas 24:26

¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?

Juan 8:31-32

Y decía Jesús á los Judíos que le habían creído: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

Juan 12:25-26

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Juan 15:4-6

Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.

Juan 15:9-10

Como el Padre me amó, también yo os he amado: estad en mi amor.

Juan 15:20

Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.

Juan 16:1-2

ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandalicéis.

Hechos 6:7

Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba mucho en Jerusalem: también una gran multitud de los sacerdotes obedecía á la fe.

Hechos 9:16

Porque yo le mostraré cuánto le sea menester que padezca por mi nombre.

1 Corintios 1:8

El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis sin falta en el día de nuestro Señor Jesucristo.

2 Timoteo 1:8

Por tanto no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; antes sé participante de los trabajos del evangelio según la virtud de Dios,

2 Timoteo 2:11-12

Es palabra fiel: Que si somos muertos con él, también viviremos con él:

1 Pedro 4:12-16

Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese;

2 Pedro 1:11

Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Judas 1:3

Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos.

Judas 1:20-21

Mas vosotros, oh amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo.

Apocalipsis 1:9

Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el reino, y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

Apocalipsis 2:10

No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros á la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

Apocalipsis 7:14

Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulación, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero.

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