Parallel Verses
Spanish: Reina Valera Gómez
Y aconteció que yendo nosotros a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grande ganancia a sus amos, adivinando.
La Biblia de las Américas
Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando.
Reina Valera 1909
Y aconteció, que yendo nosotros á la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia á sus amos adivinando.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando.
New American Standard Bible
It happened that as we were going to the place of prayer, a slave-girl having a spirit of divination met us, who was bringing her masters much profit by fortune-telling.
Artículos
Referencias Cruzadas
1 Samuel 28:7
Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer pitonisa, para que yo vaya a ella, y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de pitonisa.
Isaías 8:19
Y cuando os dijeren: Consultad a los que evocan a los muertos y a los adivinos, que susurran y murmuran, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?
Éxodo 7:11-12
Entonces llamó también Faraón sabios y encantadores; e hicieron también lo mismo los encantadores de Egipto con sus encantamientos;
Levítico 19:31
No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis ensuciándoos con ellos: Yo Jehová vuestro Dios.
1 Crónicas 10:13
Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó a una pitonisa,
Hechos 16:13
Y el día sábado salimos de la ciudad, junto al río, donde solían hacer oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.
Hechos 16:18
Y esto lo hizo por muchos días; pero desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora.
Gálatas 5:20
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
Deuteronomio 13:1-3
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te diere señal o prodigio,
Deuteronomio 18:9-11
Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.
1 Samuel 28:3
Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra los encantadores y adivinos.
Hechos 8:9-11
Pero había un hombre llamado Simón, el cual había ejercido la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande.
Hechos 19:24
Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba a los artífices no poca ganancia;
1 Timoteo 6:10
Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y se traspasaron con muchos dolores.
2 Timoteo 3:8
Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe.
2 Pedro 2:3
y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.
Apocalipsis 18:11-13
Y los mercaderes de la tierra llorarán y se lamentarán sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;