'Oración' en la Biblia
Con todo, tú atiende a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oye el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti:
Que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga hacia este lugar.
Escucha, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren hacia este lugar, escucha tú desde el cielo, lugar de tu habitación; escucha tú y perdona.
toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos hacia esta casa;
escucha tú en el cielo su oración y su súplica, y ampara su causa.
escucha tú en el cielo, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y ampara su causa.
Estén abiertos tus ojos a la oración de tu siervo, y a la plegaria de tu pueblo Israel, para oírlos en todo aquello por lo que te invocaren;
Y fue que cuando Salomón acabó de hacer toda esta oración y súplica a Jehová, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo;
Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, al cual el rey de los asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda.
Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.
Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.
Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.
Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.
toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa,
entonces escucha desde los cielos su oración y su ruego, y ampara su causa.
entonces escucha desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampara su causa, y perdona a tu pueblo que pecó contra ti.
Ahora, pues, oh Dios mío, te ruego que estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a la oración en este lugar.
Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio.
Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar:
Después, levantándose los sacerdotes y levitas, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo.
Y habiendo orado a Él, fue atendido de Él, pues oyó su oración, y lo volvió a Jerusalén, a su reino. Entonces conoció Manasés que Jehová era Dios.
Lo demás de los hechos de Manasés, y su oración a su Dios, y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Jehová el Dios de Israel, he aquí todo está escrito en los hechos de los reyes de Israel.
Su oración también, y cómo fue oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los lugares donde edificó lugares altos y había puesto imágenes de Asera e ídolos antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes.
Esté ahora atento tu oído, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos contra ti cometido; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
Te ruego, oh Señor, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre. Prospera a tu siervo hoy, y concédele hallar misericordia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
y Matanías hijo de Micaías, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las alabanzas y acción de gracias al tiempo de la oración; y Bacbucías el segundo de entre sus hermanos; y Abda hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún.
Tú también disipas el temor, y menosprecias la oración delante de Dios.
A pesar de no haber iniquidad en mis manos, y de haber sido mi oración pura.
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración delante de ti, y esperaré.
Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración.
«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvía en mi seno.
Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor: no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy para contigo, y advenedizo, como todos mis padres.
De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción será conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.
«Al Músico principal: en Neginot: Masquil de David» Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y levanto el grito,
«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Oye, oh Dios, mi clamor; atiende mi oración.
«Al Músico principal: Salmo de David» Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne.
Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.
Mas yo a ti elevo mi oración, oh Jehová, en tiempo aceptable; oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame.
Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás indignación contra la oración de tu pueblo?
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración: Escucha, oh Dios de Jacob. (Selah)
«Oración de David» Inclina, oh Jehová, tu oído, y óyeme; porque estoy afligido y menesteroso.
Escucha, oh Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos.
Mas yo a ti he clamado, oh Jehová; y de mañana mi oración sale a tu encuentro.
«Oración de Moisés varón de Dios» Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.
«Oración del afligido, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento» Oh Jehová, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor.
Habrá considerado la oración de los desamparados, y no habrá desechado el ruego de ellos.
Cuando sea juzgado, salga culpable; y su oración sea para pecado.
Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu palabra.
Suba mi oración delante de ti como el incienso, y el levantar mis manos como la ofrenda de la tarde.
Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza. Pero mi oración tendrán, aun en sus calamidades.
«Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva» Con mi voz clamé a Jehová, con mi voz supliqué misericordia a Jehová.
«Salmo de David» Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su gozo.
Lejos está Jehová de los impíos; pero Él oye la oración de los justos.
El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.
Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.
Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras del Rabsaces, a quien su señor el rey de Asiria ha enviado para blasfemar al Dios vivo, y vituperará las palabras que oyó Jehová tu Dios; eleva, pues, oración por el remanente que aún ha quedado.
Entonces Ezequías volvió su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová.
Ve, y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.
yo los llevaré a mi santo monte, y haré que se regocijen en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa, casa de oración será llamada para todos los pueblos.
Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré.
Tú pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré el día que en su aflicción a mí clamen.
Quizá llegue la oración de ellos a la presencia de Jehová, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha pronunciado Jehová contra este pueblo.
Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración.
Te cubriste de nube, para que no pasase la oración nuestra.
Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en ayuno, y cilicio y ceniza.
Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus súplicas, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.
y todavía estaba yo hablando en oración, cuando aquel varón Gabriel, al cual había visto en visión al principio, volando con presteza, me tocó como a la hora del sacrificio de la tarde.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová; Y mi oración entró hasta ti en tu santo templo.
Oración de Habacuc profeta, sobre Sigionot.
Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, el espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre Él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre Él como quien se aflige sobre primogénito.
Pero este género no sale sino por oración y ayuno.
y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada, mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Y todo lo que pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis.
Y Él les dijo: Este género por nada puede salir, sino por oración y ayuno.
Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa, casa de oración será llamada por todas las naciones? Pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
diciéndoles: Escrito está: Mi casa, es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Y cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo de tristeza;
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Y Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
Y nosotros persistiremos en la oración, y en el ministerio de la palabra.
y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria delante de Dios.
Así que, Pedro era guardado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Y el día sábado salimos de la ciudad, junto al río, donde solían hacer oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.
Y aconteció que yendo nosotros a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grande ganancia a sus amos, adivinando.
Hermanos, ciertamente el deseo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para su salvación.
Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración.
Y os ruego hermanos, por nuestro Señor Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo en oración por mí a Dios;
No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Por lo cual, el que habla en lengua desconocida, pida en oración que pueda interpretar.
ayudándonos vosotros también con oración por nosotros, para que por el don concedido a nosotros por medio de muchas personas, por muchas sean dadas gracias en nuestro favor.
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