Hechos 25:8

alegando él en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.

Hechos 24:12

y no me hallaron en el templo disputando con alguno, ni alborotando al pueblo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad;

Hechos 28:17

Y aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos; a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;

Génesis 40:15

Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me hubiesen de poner en la cárcel.

Jeremías 37:18

Dijo también Jeremías al rey Sedequías: ¿En qué pequé contra ti, y contra tus siervos, y contra este pueblo, para que me pusieseis en la cárcel?

Daniel 6:22

El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal: porque delante de Él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho ningún mal.

Hechos 6:13-14

Y pusieron testigos falsos, que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas en contra de este lugar santo y de la ley:

Hechos 23:1

Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.

Hechos 24:6

Quien también intentó profanar el templo; y prendiéndole, le quisimos juzgar conforme a nuestra ley.

Hechos 24:17-21

Mas pasados muchos años, vine a hacer limosnas a mi nación, y ofrendas.

Hechos 25:10

Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien.

Hechos 28:21

Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.

2 Corintios 1:12

Porque ésta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)