Hechos 3:8

Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.

dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y saltó, y anduvo.

Entonces el cojo saltará como un ciervo; y alabará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y arroyos en la soledad.

De David. Bendice, alma mía al SEÑOR; y todas mis entrañas al Nombre de su santidad.

Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.

Gozaos en aquel día, y alegraos; porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas.

Entonces uno de ellos, como se vio que estaba limpio, volvió, glorificando a Dios a gran voz;

Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo como lo vio, dio a Dios alabanza.

Le dice Jesús: Levántate, toma tu lecho, y anda.

Después le halló Jesús en el Templo, y le dijo: He aquí, eres ya sano; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido