Hechos 8:7
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados:
Marcos 16:17-18
Y estas señales seguirán á los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas;
Isaías 35:6
Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
Mateo 4:24
Y corría su fama por toda la Siria; y le trajeron todos los que tenían mal: los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunáticos, y paralíticos, y los sanó.
Mateo 10:1
ENTONCES llamando á sus doce discípulos, les dió potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
Mateo 11:5
Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y á los pobres es anunciado el evangelio.
Mateo 15:30-31
Y llegaron á él muchas gentes, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos: y los echaron á los pies de Jesús, y los sanó:
Marcos 2:3-11
Entonces vinieron á él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.
Marcos 9:26
Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.
Lucas 10:17
Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
Juan 14:12
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.
Hechos 3:6-7
Y Pedro dijo: Ni tengo plata ni oro; mas lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
Hechos 5:16
Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud á Jerusalem, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados.
Hechos 9:33-34
Y halló allí á uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, que era paralítico.
Hechos 14:8-10
Y un hombre de Listra, impotente de los pies, estaba sentado, cojo desde el vientre de su madre, que jamás había andado.
Hebreos 2:4
Testificando juntamente con ellos Dios, con señales y milagros, y diversas maravillas, y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido