Isaías 33:17

Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.

Isaías 6:5

Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos.

2 Crónicas 32:23

Y muchos trajeron presente al SEÑOR a Jerusalén; y a Ezequías rey de Judá, ricos dones; y fue muy grande delante de todos los gentiles después de esto.

Salmos 31:8

y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en anchura.

Salmos 45:2

Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Cantares 5:10

Mi amado es blanco y rubio, señalado entre los diez millares del ejército.

Isaías 26:15

Añadiste a los gentiles, oh SEÑOR, añadiste a los gentiles; te hiciste glorioso; te extendiste hasta todos los términos de la tierra.

Isaías 32:1-2

He aquí que para justicia reinará un rey; y príncipes presidirán para juicio.

Isaías 37:1

Aconteció, pues, que el rey Ezequías, al oír esto, rasgó sus vestidos, y cubierto de cilicio vino a la Casa del SEÑOR.

Zacarías 9:17

Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.

Mateo 17:2

Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz.

Juan 1:14

Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan 14:21

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Juan 17:24

Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi claridad que me has dado; por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo.

2 Corintios 4:18

no mirando nosotros a lo que se ve, sino a lo que no se ve; porque lo que se ve, temporal es; mas lo que no se ve, eterno.

Hebreos 11:13-15

En fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y abrazándolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.

1 Juan 3:2

Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere, seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.

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