Isaías 44:1

Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí.

Isaías 41:8

Pero tú, Israel, siervo mío eres, tú, Jacob, a quien yo escogí, simiente de Abraham mi amigo.

Jeremías 30:10

Tú pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos, y a tu simiente de la tierra de su cautividad; y Jacob volverá, y descansará tranquilo, y no habrá quien le espante.

Jeremías 46:27-28

Y tú no temas, siervo mío Jacob, y no desmayes, Israel; porque he aquí que yo te salvo de lejos, y a tu simiente de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quien lo espante.

Génesis 17:7

Y estableceré mi pacto contigo y con tu simiente después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser Dios tuyo y de tu simiente después de ti.

Deuteronomio 7:6-8

Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios: Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.

Salmos 81:11-13

Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.

Salmos 105:6

oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.

Salmos 105:42-43

Porque se acordó de su santa palabra, dada a Abraham su siervo.

Isaías 42:23

¿Quién de vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará respecto al porvenir?

Isaías 43:1

Y ahora, así dice Jehová Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

Isaías 48:16-18

Acercaos a mí, oíd esto; desde el principio no hablé en secreto; desde que esto se hizo, allí estaba yo; y ahora el Señor Jehová me envió, y su Espíritu.

Isaías 55:3

Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

Jeremías 4:7

El león sube de su guarida, y el destructor de los gentiles viene en camino; ha salido de su lugar para tornar tu tierra en desolación; tus ciudades quedarán en ruinas, y sin morador.

Lucas 13:34

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

Romanos 11:5-6

Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido según la elección de gracia.

Hebreos 3:7-8

Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)