Parallel Verses
Reina Valera 1909
Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los Caldeos: porque nunca más te llamarán señora de reinos.
La Biblia de las Américas
Siéntate en silencio y entra en las tinieblas, hija de los caldeos, porque nunca más te llamarán soberana de reinos.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos, porque nunca más te llamarán señora de reinos.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Siéntate en silencio y entra en las tinieblas, Hija de los Caldeos, Porque nunca más te llamarán Soberana de reinos.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos, porque nunca más te llamarán señora de reinos.
Spanish: Reina Valera Gómez
Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de reinos.
New American Standard Bible
"Sit silently, and go into darkness, O daughter of the Chaldeans, For you will no longer be called The queen of kingdoms.
Referencias Cruzadas
Isaías 47:7
Y dijiste: Para siempre seré señora: y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.
1 Samuel 2:9
El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su fuerza.
Salmos 31:17
No sea yo confundido, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean corridos los impíos, estén mudos en el profundo.
Salmos 46:10
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios: Ensalzado he de ser entre las gentes, ensalzado seré en la tierra.
Isaías 13:10
Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre; y el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no echará su resplandor.
Isaías 13:19-20
Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los Caldeos, será como Sodoma y Gomorra, á las que trastornó Dios.
Isaías 14:4
Que levantarás esta parábola sobre el rey de Babilonia, y dirás: Cómo paró el exactor, cómo cesó la ciudad codiciosa del oro!
Isaías 14:23
Y convertiréla en posesión de erizos, y en lagunas de agua; y la barreré con escobas de destrucción, dice Jehová de los ejércitos.
Isaías 47:1
DESCIENDE, y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia, siéntate en la tierra sin trono, hija de los Caldeos: que nunca más te llamarán tierna y delicada.
Jeremías 8:14
¿Sobre qué nos aseguramos? Juntaos, y entrémonos en las ciudades fuertes, y allí reposaremos: porque Jehová nuestro Dios nos ha hecho callar, y dádonos á beber bebida de hiel, porque pecamos contra Jehová.
Jeremías 25:10
Y haré que perezca de entre ellos voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada, ruido de muelas, y luz de lámpara.
Lamentaciones 1:1
COMO está sentada sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias es hecha tributaria.
Daniel 2:37-38
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, potencia, y fortaleza, y majestad.
Habacuc 2:20
Mas Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra.
Zacarías 2:13
Calle toda carne delante de Jehová, porque él se ha despertado de su santa morada.
Mateo 22:12-13
Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Mas él cerró la boca.
Judas 1:13
Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erráticas, á las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.
Apocalipsis 17:3-5
Y me llevó en Espíritu al desierto; y vi una mujer sentada sobre una bestia bermeja llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos.
Apocalipsis 17:18
Y la mujer que has visto, es la grande ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra.
Apocalipsis 18:7
Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré llanto.
Apocalipsis 18:16-19
Y diciendo: Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas!
Apocalipsis 18:21-24
Y un ángel fuerte tomó una piedra como una grande piedra de molino, y la echó en la mar, diciendo: Con tanto ímpetu será derribada Babilonia, aquella grande ciudad, y nunca jamás será hallada.
Información sobre el Versículo
Lecturas contextuales
4 Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel. 5 Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los Caldeos: porque nunca más te llamarán señora de reinos. 6 Enojéme contra mi pueblo, profané mi heredad, y entreguélos en tu mano: no les hiciste misericordias; sobre el viejo agravaste mucho tu yugo.