Parallel Verses
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios.
La Biblia de las Américas
Acostémonos en nuestra vergüenza, y que nos cubra nuestra humillación; porque hemos pecado contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoy, y no hemos obedecido la voz del SEÑOR nuestro Dios.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios.
Reina Valera 1909
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre: porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios.
La Nueva Biblia de los Hispanos
``Acostémonos en nuestra vergüenza, y que nos cubra nuestra humillación, porque hemos pecado contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoy, y no hemos obedecido la voz del SEÑOR nuestro Dios."
Spanish: Reina Valera Gómez
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre: porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios.
New American Standard Bible
"Let us lie down in our shame, and let our humiliation cover us; for we have sinned against the LORD our God, we and our fathers, from our youth even to this day. And we have not obeyed the voice of the LORD our God."
Artículos
Referencias Cruzadas
Jeremías 22:21
Hablé a ti en tus prosperidades; mas dijiste: No oiré. Este fue tu camino desde tu juventud, que nunca oíste mi voz.
Deuteronomio 31:17-18
Y mi furor se encenderá contra él en el mismo día; y yo los dejaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y le hallarán muchos males y angustias, y dirá en aquel día: ¿No me han hallado estos males porque no está mi Dios en medio de mí?
Jueces 2:2
con tal que vosotros no hagáis alianza con los moradores de esta tierra, antes habéis de destruir sus altares; mas vosotros no habéis oído mi voz; ¿por qué habéis hecho esto?
Esdras 9:6-15
y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.
Nehemías 9:32-34
Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte y terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que nos ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres, y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.
Salmos 106:7
Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Bermejo.
Salmos 109:29
Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.
Proverbios 5:13
y no oí la voz de los que me castigaban; y a los que me enseñaban no incliné mi oído!
Isaías 48:8
Ciertamente, nunca lo habías oído, ciertamente nunca lo habías conocido; ciertamente nunca antes se abrió tu oreja. Porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre.
Isaías 50:11
He aquí, que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas; andad a la lumbre de vuestro fuego; y a las centellas, que encendisteis. De mi mano os vino esto; en dolor seréis sepultados.
Jeremías 2:2
Anda, y clama en los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice el SEÑOR: Me he acordado de ti, de la misericordia de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Jeremías 2:17
Por ventura no te acarreó esto el haber dejado al SEÑOR tu Dios, cuando te hacía andar por el camino.
Jeremías 2:19
Tu maldad te castigará, y tu apartamiento te acusará; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es tú dejar al SEÑOR tu Dios, y faltar mi temor en ti, dijo el Señor DIOS de los ejércitos.
Jeremías 2:26
Como se avergüenza el ladrón cuando es tomado, así se avergonzarán la Casa de Israel, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas;
Jeremías 6:26
Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; hazte luto como por hijo único, llanto de amarguras, porque presto vendrá sobre nosotros el destruidor.
Lamentaciones 5:7
Nuestros padres pecaron, y son muertos; y nosotros llevamos sus castigos.
Lamentaciones 5:16
Cayó la corona de nuestra cabeza. ¡Ay ahora de nosotros! Porque pecamos.
Ezequiel 7:18
Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá temblor; y en todo rostro habrá vergüenza, y en todas sus cabezas peladura.
Ezequiel 36:32
No lo hago por vosotros, dijo el Señor DIOS, sabedlo bien; avergonzaos y confundios de vuestras iniquidades, Casa de Israel.
Daniel 9:6-10
No hemos escuchado a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, y a nuestros príncipes, a nuestros padres, y a todo el pueblo de la tierra.
Daniel 12:2
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
Romanos 6:21
¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.