Jeremías 4:14
Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permanecerán en medio de ti los pensamientos de iniquidad?
Santiago 4:8
Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad vuestras manos; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Proverbios 1:22
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán el conocimiento?
Jeremías 13:27
Tus adulterios, tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre los collados; en el mismo campo vi tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén! ¿No habrás de ser limpia? ¿Hasta cuándo será?
Salmos 66:18
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.
Salmos 119:113
SAMEC. Los pensamientos vanos aborrezco; mas amo tu ley.
Isaías 1:16-19
Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.
Isaías 55:7
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Ezequiel 18:31
Echad de vosotros todas vuestras iniquidades con que habéis prevaricado, y haceos corazón nuevo y espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?
Mateo 12:33
O haced el árbol bueno y su fruto bueno, o haced el árbol malo y su fruto malo, porque el árbol por su fruto es conocido.
Mateo 15:19-20
Porque del corazón salen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.
Mateo 23:26-27
¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
Lucas 11:39
Y el Señor le dijo: Ahora, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera de la copa y del plato; pero por dentro estáis llenos de rapiña y de maldad.
Hechos 8:22
Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón.
Romanos 1:21
Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se envanecieron en sus discursos, y su necio corazón fue entenebrecido.
1 Corintios 3:20
Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido