Jeremías 9:7

Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los fundiré, y los ensayaré; porque ¿cómo he de hacer por la hija de mi pueblo?

Isaías 1:25

Y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño:

Jeremías 6:27

Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre: conocerás pues, y examinarás el camino de ellos.

Malaquías 3:3

Y sentarse ha para afinar y limpiar la plata: porque limpiará los hijos de Leví, los afinará como á oro y como á plata; y ofrecerán á Jehová ofrenda con justicia.

2 Crónicas 36:15

Y Jehová el Dios de sus padres envió á ellos por mano de sus mensajeros, levantándose de mañana y enviando: porque él tenía misericordia de su pueblo, y de su habitación.

Isaías 48:10

He aquí te he purificado, y no como á plata; hete escogido en horno de aflicción.

Jeremías 6:29-30

Quemóse el fuelle, del fuego se ha consumido el plomo: por demás fundió el fundidor, pues los malos no son arrancados.

Jeremías 31:20

¿No es Ephraim hijo precioso para mí? ¿no es niño delicioso? pues desde que hablé de él, heme acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él: apiadado, tendré de él misericordia, dice Jehová.

Ezequiel 22:18-22

Hijo del hombre, la casa de Israel se me ha tornado en escoria: todos ellos son metal, y estaño, y hierro, y plomo, en medio del horno; escorias de plata se tornaron.

Ezequiel 26:11-12

Con las uñas de sus caballos hollará todas tus calles; á tu pueblo matará á cuchillo, y las estatuas de tu fortaleza caerán á tierra.

Oseas 6:4-5

¿Qué haré á ti, Ephraim? ¿Qué hare á ti, oh Judá? La piedad vuestra es como la nube de la mañana, y como el rocío que de madrugada viene.

Oseas 11:8-9

¿Cómo tengo de dejarte, oh Ehpraim? ¿he de entregarte yo, Israel? ¿cómo podré yo hacerte como Adma, ni ponerte como á Zeboim? Mi corazón se revuelve dentro de mí, inflámanse todas mis conmiseraciones.

Zacarías 1:14-16

Y díjome el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé á Jerusalem y á Sión con gran celo:

Zacarías 13:9

Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y probarélos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío: y él dirá: Jehová es mi Dios.

1 Pedro 1:7

Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado:

1 Pedro 4:12

Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese;

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