Vestísteme de piel y carne, Y cubrísteme de huesos y nervios.

Su cola mueve como un cedro, Y los nervios de sus genitales son entretejidos.

Díjome entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oid palabra de Jehová.

Y por esto también gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra habitación celestial;

Del cual, todo el cuerpo compuesto y bien ligado entre sí por todas las junturas de su alimento, que recibe según la operación, cada miembro conforme á su medida toma aumento de cuerpo edificándose en amor.

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