Diré a Dios: No me condenes; hazme entender por qué contiendes conmigo.

Si soy impío, ¿Para qué, pues, trabajaré en vano?

Si tú de mañana buscares a Dios, y suplicares al Todopoderoso;

De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más.

«Al Músico principal: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David» Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues con tu ira.

De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová.

«Salmo de David, para recordar» Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.

Y tú, Señor Jehová, haz conmigo por amor de tu nombre; líbrame, porque tu misericordia es buena.

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos:

Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente.

Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová.

Cayó la corona de nuestra cabeza: ¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Que si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

Todas Traducciones
Reina Valera 1909
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
La Biblia de las Américas
La Nueva Biblia de los Hispanos
Spanish: Reina Valera Gómez
Spanish: Sagradas Escrituras 1569