Job 16:13
Me rodearon sus arqueros, partió mis riñones, y no perdonó: Mi hiel derramó por tierra.
Job 20:25
Saldrá la saeta por su espalda, relumbrante saldrá por su hiel; sobre él vendrán terrores.
Job 6:4
Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten.
Lamentaciones 2:11
Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
Génesis 49:23
Y le causaron amargura, y le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros:
Deuteronomio 29:20
Jehová no querrá perdonarle; sino que entonces humeará el furor de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo:
Job 6:10
Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.
Job 19:27
Al cual he de ver por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis entrañas se consuman dentro de mí.
Salmos 7:12-13
Si no se convierte, Él afilará su espada: Ha tensado ya su arco, lo ha preparado.
Lamentaciones 3:13
Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba.
Ezequiel 5:11
Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, ciertamente por haber profanado mi santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia.
Romanos 8:32
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?
2 Pedro 2:5
y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, la octava persona, pregonero de justicia, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido