¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para prolongar mi vida?

Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; mi piel hendida y abominable.

¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me conforte un poco.

¿A la hoja arrebatada has de quebrantar? ¿Y a una paja seca has de perseguir?

Y el cuerpo mío se va gastando como de carcoma, como vestido que es comido de polilla.

Mi aliento está corrompido, mis días se extinguen, y me está preparado el sepulcro.

A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermana.

¿Acaso me quejo yo ante algún hombre? ¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?

He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente el hombre, aun en su mejor estado, es completa vanidad. (Selah)

Los haces pasar como avenida de aguas; son como un sueño; como la hierba que crece en la mañana.

Él debilitó mi fuerza en el camino; acortó mis días.

Porque Él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

Todas Traducciones
Reina Valera 1909
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
La Biblia de las Américas
La Nueva Biblia de los Hispanos
Spanish: Reina Valera Gómez
Spanish: Sagradas Escrituras 1569