Job 6:10

Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.

Levítico 19:2

Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque yo Jehová vuestro Dios soy santo.

Job 23:12

Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.

Isaías 57:15

Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

Oseas 11:9

No ejecutaré el furor de mi ira, no volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre; el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.

Deuteronomio 29:20

Jehová no querrá perdonarle; sino que entonces humeará el furor de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo:

1 Samuel 2:2

No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Roca como el Dios nuestro.

Job 3:22

que se alegran sobremanera, y se gozan, cuando hallan el sepulcro?

Job 9:4

Él es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien?

Job 21:33

Los terrones del valle le serán dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él han ido innumerables.

Job 22:22

Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón.

Salmos 37:30

La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua pronunciará juicio.

Salmos 40:9-10

He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes.

Salmos 71:17-18

Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

Salmos 119:13

Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.

Isaías 30:11-12

dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.

Habacuc 1:12

¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? ¡No moriremos! Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.

Habacuc 3:3

Dios viene de Temán, y el Santo del monte de Parán (Selah). Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.

Hechos 20:20

y cómo nada que os fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,

Hechos 20:27

porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

Romanos 8:32

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?

2 Pedro 2:4-5

Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a prisiones de oscuridad, a ser reservados para el juicio;

Apocalipsis 3:7

Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre, dice estas cosas:

Apocalipsis 4:8

Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)