Josué 11:20

Porque esto vino del SEÑOR, que endurecía el corazón de ellos para que resistieran con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuera hecha misericordia, antes fueran desarraigados, como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

Deuteronomio 20:16-17

Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida nada que respire;

Éxodo 4:21

Y dijo el SEÑOR a Moisés: Cuando hubiereis vuelto a Egipto, mira que hagas delante del Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

Deuteronomio 7:16

Y consumirás a todos los pueblos que te da el SEÑOR tu Dios; no los perdonará tu ojo; ni servirás a sus dioses, que te será tropiezo.

Romanos 9:18

De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere, endurece.

Éxodo 9:16

Porque a la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en toda la tierra.

Éxodo 14:17

Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios, para que los sigan: y yo me glorificaré en el Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros, y en su caballería;

Deuteronomio 2:30

Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasáramos por él; porque el SEÑOR tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.

Josué 11:12-15

Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a espada, y los destruyó, como Moisés siervo del SEÑOR lo había mandado.

Jueces 14:4

Mas su padre y su madre no sabían que esto venía del SEÑOR, y que él buscaba ocasión contra los filisteos; porque en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.

1 Samuel 2:25

Si el hombre pecare en contra del hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare en contra del SEÑOR, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre, porque el SEÑOR ya había decidido matarlos.

1 Reyes 12:15

Y no oyó el rey al pueblo; porque era ordenación del SEÑOR, para confirmar su palabra, que el SEÑOR había hablado por medio de Ahías, el silonita a Jeroboam hijo de Nabat.

1 Reyes 22:20-23

Y el SEÑOR dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera; y otro decía de otra.

2 Crónicas 25:16

Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso, ¿por qué quieres que te maten? Y al cesar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha acordado destruirte, porque has hecho esto, y no escuchaste mi consejo.

Isaías 6:9-10

Entonces dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.

Romanos 9:22-23

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para muerte;

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