Josué 14:12

Dame, pues, ahora este monte, del cual habló el SEÑOR en aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y grandes y fuertes ciudades. Por ventura el SEÑOR estará conmigo, y los echaré como el SEÑOR ha dicho.

Números 13:33

También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos también a ellos.

Números 13:28

Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fuertes; y también vimos allí los hijos de Anac.

Números 14:8-9

Si el SEÑOR se agradare de nosotros, él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.

Números 21:34

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.

Josué 11:21-22

También en el mismo tiempo vino Josué y taló a los anaceos de los montes, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.

Josué 15:14

Y Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán, y Talmai, hijos de Anac.

Jueces 1:20

Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés le había dicho; y él echó de allí a tres hijos de Anac.

1 Samuel 14:6

Dijo, pues, Jonatán a su criado que le traía las armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; por ventura obre el SEÑOR por nosotros; que no es difícil para el SEÑOR salvar con multitud o con poco número.

2 Crónicas 14:11

Y clamó Asa al SEÑOR su Dios, y dijo: SEÑOR, no tienes tú más con el grande que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu Nombre venimos contra este ejército. Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.

Salmos 18:32-34

Dios es el que me ciñe de fuerza, e hizo perfecto mi camino.

Salmos 27:1-3

El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?

Salmos 44:3

Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.

Salmos 60:12

En Dios haremos ejército; y él hollará nuestros enemigos.

Salmos 118:10-12

Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Romanos 8:31

¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién será contra nosotros?

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.

Hebreos 11:33

que por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de los leones,

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