Josué 4:24

para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano del SEÑOR, que es fuerte; para que temáis al SEÑOR vuestro Dios todos los días.

Éxodo 14:31

Y vio Israel aquel grande hecho que el SEÑOR ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió al SEÑOR, y creyeron al SEÑOR y a Moisés su siervo.

Salmos 89:13

Tuyo es el brazo con valentía; fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.

Éxodo 15:16

Caiga sobre ellos temblor y espanto; a la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh SEÑOR, hasta que haya pasado este pueblo que tú compraste.

1 Reyes 8:42-43

(porque habrán oído de tu gran nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta Casa;

2 Reyes 19:19

Ahora, pues, oh SEÑOR Dios nuestro, sálvanos ahora de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo eres el SEÑOR Dios.

1 Crónicas 29:12

Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas a todos; y en tu mano está la potencia y la fortaleza, y en tu mano la grandeza y fuerza de todas las cosas.

Salmos 106:8

Los salvó por su Nombre, para hacer notoria su fortaleza.

Deuteronomio 6:2

Para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados.

Éxodo 9:16

Porque a la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en toda la tierra.

Éxodo 20:20

Entonces Moisés respondió al pueblo: No temáis; que para probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis.

Deuteronomio 28:10

Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre del SEÑOR es llamado sobre ti, y te temerán.

1 Samuel 17:46

El SEÑOR te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti; y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel.

2 Reyes 5:15

Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas alguna bendición de tu siervo.

Salmos 76:6-8

Por tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron adormecidos.

Salmos 89:7

Dios terrible en la grande congregación de los santos, y formidable sobre todos sus alrededores.

Jeremías 10:6-7

No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.

Jeremías 32:40

Y haré con ellos pacto eterno, que no tornaré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.

Daniel 3:26-29

Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y habló y dijo: Sadrac, Mesac, y Abed-nego, siervos del alto Dios, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac, y Abed-nego, salieron de en medio del fuego.

Daniel 4:34-35

Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es sempiterno, y su Reino por todas las edades.

Daniel 6:26-27

De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen de la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios Viviente y permanente por todos los siglos, y su Reino tal que no se deshará, y su señorío hasta el fin:

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