Judas 1:8

De la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y maldicen a las potestades superiores.

Génesis 3:5

mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.

Éxodo 22:28

A los jueces no injuriarás, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

Números 16:3

y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová: ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?

Números 16:12-13

Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.

Salmos 2:1-6

¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad?

Salmos 12:3-4

Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, y la lengua que habla soberbias;

Proverbios 30:11

Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice.

Proverbios 30:17

El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos del valle lo saquen, y lo traguen los aguiluchos.

Eclesiastés 10:20

Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.

Jeremías 38:25-28

Y si los príncipes oyen que yo he hablado contigo, y vienen a ti y te dicen: Decláranos ahora qué hablaste con el rey, no nos lo encubras, y no te mataremos; y dinos también qué te dijo el rey;

Lucas 19:14

Pero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.

Hechos 7:27

Entonces el que maltrataba a su prójimo, le empujó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre nosotros?

Hechos 7:39

Al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

Hechos 23:5

Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás al príncipe de tu pueblo.

1 Corintios 3:17

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

1 Tesalonicenses 4:8

Así que, el que menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.

1 Timoteo 1:10

para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cualquier otra cosa que sea contraria a la sana doctrina;

Hebreos 13:17

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es provechoso.

1 Pedro 2:17

Honrad a todos. Amad la hermandad. Temed a Dios. Honrad al rey.

2 Pedro 2:10-12

y principalmente a aquellos que siguen la carne en la concupiscencia de inmundicia, y menosprecian todo gobierno. Atrevidos, contumaces, que no temen decir mal de las potestades superiores.

Judas 1:9-10

Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a usar juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)