Jueces 17:2

El cual dijo a su madre: Los mil cien siclos de plata que te fueron hurtados, por lo que tú maldecías oyéndolo yo, he aquí que yo tengo este dinero; yo lo había tomado. Entonces la madre dijo: Bendito seas del SEÑOR, hijo mío.

Nehemías 13:25

Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y los juramenté, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, o para vosotros.

Rut 3:10

Y él dijo: Bendita seas tú del SEÑOR, hija mía; que has demostrado más misericordia al final que en el comienzo, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.

Génesis 14:19

y le bendijo, y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra;

Génesis 24:30-31

y fue que cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me dijo aquel varón; vino al varón; y he aquí él estaba junto a los camellos a la fuente.

Éxodo 20:7

No tomarás el Nombre del SEÑOR tu Dios en vano; porque no dará por inocente el SEÑOR al que tomare su Nombre en vano.

Deuteronomio 27:16

Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Jueces 5:23

Maldecid a Meroz, dijo el ángel del SEÑOR; maldecid severamente a sus moradores, porque no vinieron en socorro al SEÑOR, en socorro al SEÑOR contra los fuertes.

1 Samuel 14:24

Pero los varones de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había conjurado al pueblo, diciendo: Cualquiera que comiere pan hasta la tarde, hasta que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había gustado pan.

1 Samuel 14:28

Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha conjurado expresamente al pueblo, diciendo: Maldito sea el varón que comiere hoy alimento. Y el pueblo desfallecía de hambre.

1 Samuel 15:13

Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú del SEÑOR; yo he cumplido la palabra del SEÑOR.

1 Samuel 23:21

Y Saúl dijo: Benditos seáis vosotros del SEÑOR, que habéis tenido compasión de mí.

1 Samuel 26:19

Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si el SEÑOR te incita contra mí, huela él el olor del sacrificio; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia del SEÑOR, que me han echado hoy para que no me junte en la heredad del SEÑOR, diciendo: Ve y sirve a dioses ajenos.

Salmos 10:3

Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.

Proverbios 28:24

El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor.

Jeremías 48:10

Maldito el que hiciere engañosamente la obra del SEÑOR, y maldito el que detuviere su espada de la sangre.

Mateo 26:74

Entonces comenzó a imprecarse, y a jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y un gallo cantó luego.

Romanos 9:3

Porque deseara yo mismo ser anatema de Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;

1 Corintios 16:22

El que no amare al Señor Jesús, el Cristo, sea anatema. Nuestro Señor ha venido.

2 Juan 1:11

Porque el que le dice bienvenido, participa con sus malas obras.

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