Lamentaciones 1:9

Sus inmundicias en sus faldas; no se acordó de su postrimería: Por tanto ella ha descendido maravillosamente, no tiene consolador. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.

Deuteronomio 32:29

Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y entendieran su postrimería!

Isaías 47:7

Y dijiste: Para siempre seré señora: y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.

Salmos 25:18

Mira mi aflicción y mi trabajo: Y perdona todos mis pecados.

Eclesiastés 4:1

Y TORNÉME yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol: y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.

Lamentaciones 1:17

Sión extendió sus manos, no tiene quien la consuele; Jehová dió mandamiento contra Jacob, que sus enemigos lo cercasen: Jerusalem fué en abominación entre ellos.

Salmos 119:153

RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado.

Isaías 3:8

Pues arruinada está Jerusalem, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová, para irritar los ojos de su majestad.

Jeremías 2:34

Aun en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres, de los inocentes: no la hallé en excavación, sino en todas estas cosas.

Jeremías 13:17-18

Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma á causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fué cautivo.

Jeremías 48:26

Embriagadlo, porque contra Jehová se engrandeció; y revuélquese Moab sobre su vómito, y sea también él por escarnio.

Sofonías 2:10

Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron, y se engrandecieron contra el pueblo de Jehová de los ejércitos.

2 Tesalonicenses 2:4-8

Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.

Éxodo 3:7

Y dijo Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor á causa de sus exactores; pues tengo conocidas sus angustias:

Éxodo 3:17

Y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto á la tierra del Cananeo, y del Hetheo, y del Amorrheo, y del Pherezeo, y del Heveo, y del Jebuseo, á una tierra que fluye leche y miel.

Éxodo 4:31

Y el pueblo creyó: y oyendo que Jehová había visitado los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, inclináronse y adoraron.

Deuteronomio 26:7

Y clamamos á Jehová Dios de nuestros padres; y oyó Jehová nuestra voz, y vió nuestra aflicción, y nuestro trabajo, y nuestra opresión:

Deuteronomio 32:27

Si no temiese la ira del enemigo, No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano alta Ha hecho todo esto, no Jehová.

1 Samuel 1:11

E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres á tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré á Jehová todos los días de su vida, y no subirá nava

2 Samuel 16:12

Quizá mirará Jehová á mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy.

2 Reyes 14:26

Por cuanto Jehová miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había guardado ni desamparado, ni quien diese ayuda á Israel;

Nehemías 9:32

Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el trabajo que nos ha alcanzando á nuestros reyes, á nuestros príncipes, á nuestros sacerdotes, y á nuestros profetas

Salmos 74:8-9

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; Han quemado todas las sinagogas de Dios en el tierra.

Salmos 74:22-23

Levántate, oh Dios, aboga tu causa: Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.

Salmos 140:8

No des, oh Jehová, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, que no se ensoberbezca. (Selah.)

Isaías 37:4

Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor á blasfemar al Dios vivo, y á reprender con las palabras que oyó Jehová tu Dios: alza pues oración tú por las reliquias que aun han quedado.

Isaías 37:17

Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira: y oye todas las palabras de Sennachêrib, el cual ha enviado á blasfemar al Dios viviente.

Isaías 37:23

¿A quién injuriaste y á quién blasfemaste? ¿contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel.

Isaías 37:29

Porque contra mí te airaste, y tu estruendo ha subido á mis oídos: pondré pues mi anzuelo en tu nariz, y mi freno en tus labios, y haréte tornar por el camino por donde viniste.

Isaías 40:2

Hablad al corazón de Jerusalem: decidle á voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.

Isaías 54:11

Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.

Jeremías 5:31

Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis á su fin?

Jeremías 13:27

Tus adulterios, tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre los collados: en el mismo campo vi tus abominaciones. ­Ay de ti, Jerusalem! ¿No serás al cabo limpia? ¿hasta cuándo todavía?

Jeremías 16:7

Ni por ellos partirán pan por luto, para consolarlos de sus muertos; ni les darán á beber vaso de consolaciones por su padre ó por su madre.

Jeremías 50:29

Haced juntar sobre Babilonia flecheros, á todos los que entesan arco; asentad campo sobre ella alrededor; no escape de ella ninguno: pagadle según su obra; conforme á todo lo que ella hizo, haced con ella: porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el S

Lamentaciones 1:1-2

COMO está sentada sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias es hecha tributaria.

Lamentaciones 1:21

Oyeron que gemía, y no hay consolador para mí: Todos mis enemigos han oído mi mal, se han holgado de que tú lo hiciste. Harás venir el día que has anunciado, y serán como yo.

Lamentaciones 2:13

¿Qué testigo te traeré, ó á quién te haré semejante, hija de Jerusalem? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará?

Lamentaciones 4:1

COMO se ha oscurecido el oro! ­Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.

Ezequiel 24:12-13

En fraude se cansó, y no salió de ella su mucha espuma. En fuego será su espuma consumida.

Daniel 9:17-19

Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.

Oseas 2:14

Empero he aquí, yo la induciré, y la llevaré al desierto, y hablaré á su corazón.

Juan 11:19

Y muchos de los Judíos habían venido á Marta y á María, á consolarlas de su hermano.

1 Pedro 4:17

Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios: y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

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