Levítico 12:7

y lo ofrecerá delante del SEÑOR, y la reconciliará, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley de la que diere a luz varón o hembra.

Levítico 1:4

Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y él lo aceptará para reconciliarle.

Levítico 4:20

Y hará de aquel novillo como hizo con el novillo del pecado; lo mismo hará de él; y así los reconciliará el sacerdote, y obtendrán perdón.

Levítico 4:26

y quemará todo su sebo sobre el altar, como el sebo del sacrificio de la paz; así lo reconciliará el sacerdote de su pecado, y tendrá perdón.

Levítico 4:31

Y le quitará todo su sebo, de la manera que fue quitado el sebo del sacrificio de la paz; y hará perfume el sacerdote sobre el altar en olor muy aceptable al SEÑOR; y así lo reconciliará el sacerdote, y tendrá perdón.

Levítico 4:35

Y le quitará todo su sebo, como fue quitado el sebo del cordero del sacrificio de la paz, y hará el sacerdote perfume de ello sobre el altar en ofrenda encendida al SEÑOR; y así lo reconciliará el sacerdote de su pecado que haya cometido, y tendrá perdón.

Levítico 15:28-30

Y cuando fuere limpia de su flujo, se ha de contar siete días, y después será limpia.

Job 1:5

Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días de sus banquetes, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Por ventura habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.

Job 14:4

¿Quién hará limpio de inmundo? Nadie.

Romanos 3:23

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios;

Romanos 3:26

por la paciencia de Dios, manifestando su justicia en este tiempo, para que él solo sea el Justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús el Cristo.

1 Corintios 7:14

Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer (fiel), y la mujer incrédula en el marido (fiel); de otra manera ciertamente vuestros hijos serían inmundos; pero ahora son santos.

Gálatas 3:28

No hay aquí judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Hebreos 9:12-14

y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención.

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