Marcos 4:11

Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas á los que están fuera, por parábolas todas las cosas;

Mateo 11:25

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los niños.

Colosenses 4:5

Andad en sabiduría para con los extraños, redimiendo el tiempo.

1 Tesalonicenses 4:12

A fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada.

1 Timoteo 3:7

También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo.

1 Corintios 5:12-13

Porque ¿qué me va á mí en juzgar á los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros á los que están dentro?

Mateo 13:11-13

Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido.

Mateo 13:16

Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

Mateo 16:17

Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos.

Lucas 8:10

Y él dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del reino de Dios; mas á los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.

Lucas 10:21-24

En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas á los sabios y entendidos, y las has revelado á los pequeños: así, Padre, porque así te agradó.

1 Corintios 4:7

Porque ¿quién te distingue? ¿ó qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no hubieras recibido?

2 Corintios 4:6

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Efesios 1:9

Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo,

Efesios 2:4-10

Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó,

Tito 3:3-7

Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.

Santiago 1:16-18

Amados hermanos míos, no erréis.

1 Juan 5:20

Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

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