Marcos 4:39
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento. Y se hizo grande bonanza.
Job 38:11
y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y aquí parará la soberbia de tus olas?
Salmos 89:9
Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
Salmos 107:29
Él cambia la tormenta en calma, y se apaciguan sus olas.
Lucas 4:39
Y acercándose a ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó; y al instante ella se levantó y les servía.
Éxodo 14:16
Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y entren los hijos de Israel por medio del mar en seco.
Éxodo 14:22
Entonces los hijos de Israel entraron por medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda:
Éxodo 14:28-29
Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.
Salmos 29:10
Jehová preside en el diluvio; Sí, se sienta Jehová como Rey para siempre.
Salmos 65:7
El que calma el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de las naciones.
Salmos 93:3-4
Alzaron los ríos, oh Jehová, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos sus ondas.
Salmos 104:7-9
A tu reprensión huyeron; al sonido de tu trueno se apresuraron;
Salmos 148:8
el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra;
Proverbios 8:29
cuando al mar puso sus límites, para que las aguas no pasasen su mandamiento; cuando estableció los fundamentos de la tierra;
Jeremías 5:22
¿A mí no me temeréis? dice Jehová; ¿no os amedrentaréis ante mi presencia, que al mar puse arena por término, por ordenación eterna, la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
Lamentaciones 3:31
Porque el Señor no desecha para siempre;
Nahúm 1:4
Él reprende al mar, y lo hace secar, y agosta todos los ríos: Languidecen Basán y el Carmelo, y la flor del Líbano se marchita.
Marcos 9:25
Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
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