Mateo 14:27

Mas luego Jesús les habló, diciendo: Confiad, yo soy; no tengáis miedo.

Mateo 9:2

Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.

Hechos 23:11

Y la noche siguiente, presentándosele el Señor, le dijo: Confía, Pablo; que como has testificado de mí en Jerusalem, así es menester testifiques también en Roma.

Mateo 17:7

Entonces Jesús llegando, los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.

Juan 6:20

Mas él les dijo: Yo soy; no tengáis miedo.

Juan 16:33

Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.

Isaías 41:4

¿Quién obró é hizo esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros.

Isaías 41:10

No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Isaías 41:14

No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo te socorrí, dice Jehová, y tu Redentor el Santo de Israel.

Isaías 51:12

Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?

Mateo 28:10

Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas á mis hermanos, para que vayan á Galilea, y allí me verán.

Lucas 1:13

Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan.

Lucas 1:30

Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.

Lucas 2:10

Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:

Lucas 24:38-39

Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos á vuestros corazones?

Juan 14:1-3

NO se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

Apocalipsis 1:17-18

Y fpicuando yo le vi, caí como muerto á sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas: yo soy el primero y el último;

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